De lunes a sábado, todas las mañana trabajo en un lugar donde el «gracias» y el ser agradecido prima por encima de todo. Lo digo tantas veces que finalmente acabo olvidando su verdadero significado. Pero por las tardes, y me refiero a casi todas las tardes de la semana, me dedico a lo que realmente me gusta. Es en esos momentos en los que estoy trabajando y disfrutando a la vez cuando pienso en el verdadero significado del «gracias», del ser agradecido, de lo poco que cuesta pararse un momento, observar a tu alrededor y valorar lo que tienes, sobre todo emocionalmente.
En el trabajo de por las mañanas, comentaba que el «gracias» es el pan nuestro de cada día, pero aún siendo una fórmula de cortesía más protocolaria que otra cosa, una se siente bien. Hay clientes que te devuelven el «gracias», unos de forma más sincera, pero otros ni siquiera se molestan en abrir la boca! Digo yo, que saber agradecer no cuesta tanto! Sobre todo cuando voy a otros sitios y comparo el trato, en ocasiones veo que ni te miran! Y es que a veces se nos olvida que detrás de una empresa, negocio, tienda, etc… hay personas!
Expertos como Robert Emmons, establece una fórmula que se debe dar en una acción de gratitud: reconozco (intelectualmente) un acto generoso, lo admito de buena gana y lo aprecio (emocionalmente). Otros estudiosos como el filósofo Fabrice Midal advierte una simple evidencia “una vida humana más feliz se basa en la capacidad de demostrar gratitud.”
Ahí es donde voy yo! A la felicidad y al pensamiento positivo y es que agradecer es una manera de dar y recibir, de valorar y saber reconocer pequeños y grandes gestos. Dar las gracias no solo es un compendio de modos, formas y maneras de demostración de respeto a todos cuantos nos rodean, es una actitud de reconocimiento, que sale de nosotros como una respuesta y a su vez genera en el otro un estímulo positivo. De esta forma se genera positivismo y felicidad. Ahora mismo pensaréis ¿estoy en un blog de psicología o en un uno de diseño gráfico? Estáis en uno de diseño sí… jeje. Solo quiero relacionar este tipo de actitudes con el trabajo, porque ser consciente de todo lo que implica esta fórmula de agradecimiento es muy importante, todas las empresas deberían tener un apartado de psicología empresarial! Dar las gracias como recibirlas, de forma sincera, es una acción muy positiva, tanto de cara a nuestros clientes como a nosotros mismos. Agradecer es una poderosa herramienta de crecimiento personal, es una manera de crear mejores relaciones personales y de crecer en los negocios, y no lo digo yo lo dicen expertos, psicólogos, filósofos… (ver post relacionado con el buen trato en los comercios)
Hasta el Reiki:
«Ser agradecido es una virtud. Si nos acostumbramos a sonreír y agradecer lo que recibimos, el universo se complace y nos entrega aun más cosas, pero si recibimos y no lo agradecemos, pronto dejaremos de recibir. Nosotros mismos lo experimentamos, cuando nos entregamos a alguien ofreciéndole lo mejor, pero esa persona no nos da ni las más míseras gracias, al final acabamos por no entregarnos con el mismo entusiasmo y simplemente, cumpliremos con lo reglamentariamente establecido y poco más. No solo agradecer a las personas todo lo que nos dan, sino también agradecer secretamente al Universo todo cuanto nos ha sido entregado, cada experiencia, cada nuevo día, cada batalla que nos enriquece, debemos agradecerla, incluso agradecer los malos momentos, pues gracias a ello hemos crecido y llegado a este momento.» http://es.wikipedia.org/wiki/Reiki
Resumiendo, decir «gracias» implica ser educado, considerado y también conlleva reconocer y valorar. Adjetivos y verbos que nos acercan un poquito más a la fórmula de la felicidad.
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